Paralelismos Plásticos

Encuentro de una nueva generación

Artistas de la transición

Una nueva e importante revuelta surgió en el arte mexicano entre 1952 y 1965. Se gestaban nuevas manifestaciones artísticas, ya advertidas por Rufino Tamayo (1899 – 1991), que encaminaban hacia una concepción de la vanguardia nacional opositora a la Escuela Mexicana de Pintura (1922 – 1940), iniciando así, una transición hacia la búsqueda de la idea de un arte universal. Gunther Gerzso (1915–2000) , Mathias Goeritz (1915–1990), Carlos Mérida (1891–1984), Ricardo Martínez (1918–2009) y Guillermo Meza Álvarez (1917–1997) conforman parte de los primeros artistas que disidieron de los muralistas. Los dos últimos, aunque se mantuvieron anclados a contenidos arquetípicos de la mexicanidad, lograron, cada quien en su propio estilo, dar un viraje radical respecto a su manera de configurar. Ricardo con sus obras de vibrantes claroscuros y superficies de atmósferas silenciosas y Guillermo con su pintura dramática y cromáticamente concreta. En Elegía a un poeta ausente (1964), homenaje dedicado a su amigo escritor Octavio Gabino Barreda, el artista representa a dos cuerpos envueltos en un impecable manejo de la luz y de las sombras. La creación de Guillermo puede juzgarse, como bien dice Berta Taracena “mexicana por sus valores más propiamente plásticos y universal por la emoción que serenamente comunica”. Todos ellos abrieron brechas a través de sus respectivas trayectorias y se convirtieron en ejemplos a seguir por las siguientes generaciones.