Rostros y
Paisajes de
Chihuahua

El arte no es obra del intelecto racional, ni de la pura sensibilidad, sino de la imaginación, es la evocación de un momento portentoso, un haz de luz que ilumina al artista y le lleva a la creación, es una epifanía en donde se inicia ese diálogo interminable entre el pintor, sus pinceles y sus lienzos.

El trabajo pictórico de Oscar Soto se encuentra inscrito en el hiperrealismo renacentista que busca la conexión íntima con el espectador por medio de la perfección. Es este el caso del pintor que encuentra cauce para su creación en los paisajes de Chihuahua, esos espacios que parecen no tener fin y en los que trata de atrapar el tiempo y lo traduce en una gama de colores en donde se perciben la calma, el silencio y la luz, esa luz que es uno de los elementos que caracteriza la obra de Soto.

Su otra faceta, que es muy importante, es la del retrato en donde ha logrado capturar el espíritu de un pueblo, en ellos cautiva con una minuciosidad sorprendente las miradas de sus personajes; esas miradas que lo dicen todo, atrapan al espectador y trasmiten tanto la sabiduría ancestral que poseen, como esa forma de ver el mundo, tan natural y sin artificios. Cuando contemplamos sus retratos, encontramos naturalidad, sin rictus ni poses forzadas, centrando su atención en los elementos claves que nos dan esa sensación de verosimilitud, imágenes que tienen vida propia. La pulcritud que ha logrado Oscar Soto en sus obras tiene un profundo sentido realista por su gusto por el detalle.

Originario del municipio de La Cruz, un pequeño territorio de nuestro estado, ya desde jovencito, era buscado por sus amigos y vecinos, no solo de su pueblo sino de otros lugares, para que les hiciera retratos a lápiz y los mismos lo instaban para que estudiara en la capital. A pesar de su fama y el renombre que ha adquirido a lo largo de su carrera, Oscar Soto ha permanecido en su lugar de origen, primero porque se siente muy arraigado a su lugar natal y enamorado de su pueblo, y porque ahí ha formado su familia, la tiene una importancia fundamental en su vida. A diferencia de muchos de sus contemporáneos que salieron del Estado para buscar fama y fortuna, Oscar Soto la ha alcanzado desde su lugar de origen, a partir del que ha logrado gran prestigio y reconocimiento que trasciende no solo nuestro entorno, sino que alcanza nivel internacional, realizando importantes exposiciones a lo largo y ancho del estado y fuera de él, siendo uno de los pintores más reconocidos actualmente y cuya obra es muy apreciada.

Que grato es hablar de este pintor, un referente en el panorama cultural de nuestro estado. Esta exposición es verdaderamente un agasajo, un fulgurante recorrido por la obra de Oscar Soto, que nos abre las puertas de su arte y nos permite acercarnos a un gran ser humano. De talante tranquilo y apacible, desde niño soñó con manifestarse a través del arte. Su formación pictórica fue adquirida en la Escuela de Bellas Artes en Chihuahua capital, en donde tuvo como maestros, entre otros, a algunos de los artistas plásticos más reconocidos en nuestro estado como Leandro Carreón, Ernesto Carreón y Enrique Altamirano. Una de las virtudes más sobresalientes de Soto, es la humildad, ese sentimiento que arropa a los grandes y que lo manifiesta cuando dice que en el arte nunca se termina de aprender.

Margarita Muñoz

Óscar Soto Hermosillo, nace en el municipio de La Cruz, Chihuahua, en 1945, siendo sus padres doña Aurelia Hermosillo y don Mariano Soto.

Los estudios de educación primaria los realizó en la escuela “Benito Juárez” de La Cruz, Chihuahua.

Los estudios del nivel secundario los hizo en la Escuela Secundaria Federal “Benemérito de las Américas” de ciudad Santa Rosalía de Camargo, Chihuahua.

Su preparación técnica y profesional la realizó en la Universidad Autónoma de Chihuahua (U.A.CH.).

Óscar trabaja con un estilo con influencia academicista del arte clásico renacentista.

Su talento artístico incita al espectador a tener diálogo y reflexión con la obra misma.

Este artista plástico juega con el trazo y el color manifestando en cada obra una liberación interior.

Usa diferentes técnicas (acuarela, óleo, pastel, lápiz de color y carbón) en donde su obra se ve impregnada de ese olor de tierra campesina y compenetrándose en las grietas de los rostros de sus congéneres manifestando ser un retratista.

Actualmente imparte clases particulares.

Su pintura ha recibido grandes y positivas opiniones por su claridad en el trazo y realismo de las expresiones en sus trabajos de muralismo y caballete.

Su obra ha traslindado fronteras culturales regionales, estatales, nacionales e internacionales teniendo en su haber más de cien exposiciones individuales y colectivas.

En reconocimiento a su trayectoria personal y su compromiso con su tierra natal y su gente, el auditorio cultural de La Cruz, Chihuahua, ostenta su nombre.

Obra